Un homenaje al maestro:
Mariposa doméstica
Aquella mariposa se había cansado de andar revolotendo sobre las plantas del jardín: quería una vida más plácida, al amparo de las brisas y de las persecuciones infantiles. Tenía, en definitiva, el sueño de la casa propia, una casa donde pudiera descansar debajo de un mueble o en la inocente proximidad de la chimenea. Elevó una plegaria ferviente al dios de los lepidópeteros y su deseo fue concedido. Cayó en un profundo sueño y, al despertar, se había convertido en una reluciente cucaracha.
Del libro Los cuatro elementos
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